María de la Pasión: Fundadora de las Franciscanas Misioneras de María
(1839 - 1904)
(1839 - 1904)
María de la Pasión |
Las circunstancias obligaron a sus padres a establecerse en Normandía y en 1856, una experiencia espiritual orientará toda su vida, Dios le reveló a la vez su amor y su belleza. Y enseguida, la evidencia de que la vida religiosa sería para ella el camino donde podrá entregarse sin reserva a Aquel que se ha apoderado de ella.
Posteriormente, le siguió un período de búsqueda y espera, que fue marcado por la muerte brutal de su madre que no podía resignarse a su vocación. Dolorosa y ruda fue la prueba para Helena que debió frenar un tiempo sus proyectos, pero en 1860, tomó contacto con las Clarisas que acababan de establecerse en Nantes y éste encuentro fue determinante para su vocación religiosa, que dudaba hasta entonces sobre la orientación a tomar.
El 9 de diciembre de 1860, entró a formar parte del monasterio de las hermanas Clarisas de Nantes, pero su salud se vio deteriorada y debido a la presión de su familia tuvo que abandonar el monasterio. En 1864, Hélène encontró la ayuda y el apoyo en un jesuita, el padre Petit, recientemente llegado a Nantes, que orientó a Hélène hacia la nueva congregación de María Reparadora que él mismo había contribuido a fundar con la baronesa de Hoogvorst. Después de un año de noviciado, durante el que recibe el nombre de María de la Pasión , de forma inesperada (porque las Reparadoras no tenían orientación específicamente misionera) es enviada en misión a India, en la región del Maduré.
Su estancia en la India duró once años, y en ese periodo de tiempo desempeñó diferentes cargos: superiora de la casa de Tuticorin y un año más tarde, en 1867, a los 28 años, fue nombrada provincial de las tres casas que las Reparadoras tenían en el Maduré. Este cargo, lo ejerció durante nueve años y le proporcionó una amplia experiencia de la vida y problemas misioneros.
En 1876, una serie de circunstancias dolorosas y contradictorias le obligaron a dejar, con una veintena de religiosas del Maduré, la congregación de María Reparadora. Esta situación la orientó a buscar un nuevo espacio y llegó ante el Papa Pío IX con tres compañeras en diciembre de 1876, con el único deseo de fundar la congregación de las Misioneras de María, exclusivamente dedicada a su principal "misión": la promoción de la mujer. Un año después, el 6 de enero de 1877, Pío IX autorizó la fundación y las dejó bajo la autoridad de Mons. Bardou, vicario apostólico de Coimbatur, al mismo tiempo que las invitó a crear un noviciado en Francia. Es así que en el año 1904 fundó en Burgos su primera casa donde inició los talleres de bordados para jóvenes, ya que, a la vez que aprendían un oficio y ganaban un dinero, recibían también una formación espiritual. Desde entonces, las Franciscana Misioneras de María han fundado ochenta y seis casas ubicadas en diferentes continentes: Europa, Asia, África, América, con unas 3.000 religiosas y continúan trabajando con la misma mística de su fundadora.
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